Sé que todo a nuestro alrededor está cambiando y que hay despertares acelerados y avances en la conciencia, y que estamos tratando de sacar el mayor provecho posible a este tiempo de pausa a nuestra ” normalidad anterior”, pero también sé que junto con esto vienen olas de emociones y sentimientos encontrados, quizás tu también te has sentido así en las últimas semanas, quizás algunos días te sientas en paz y entusiasta con esta nueva rutina, pero en otros, te encuentras lleno de ansiedad y frustración y hasta con crisis existenciales, como : “¿realmente es bueno lo que estoy haciendo? Sirve para algo? o que voy hacer más adelante cuando todo esto pase?”.
¿Podría haber una palabra que ayude a definir este conjunto de emociones que todos estamos viviendo en el mundo en este momento?
Al principio, pensé que la palabra que estaba buscando era incertidumbre, o ¿Quizás la incertidumbre era un subproducto de algo más profundo? ¿Esta incomodidad o preocupación que sentimos podría ser realmente un tipo de pena?
Estamos todos juntos en esto, navegando por tiempos inciertos, nunca antes vistos, me refiere a que es una nueva experiencia y no será que ¿podría esto haber desencadenado un sentimiento de tristeza colectiva?
La mayoría de nosotros asociamos el dolor con la pérdida de un ser querido, y aunque eso es una realidad para algunos,en este momento, el dolor también puede desencadenarse por otras pérdidas por ejemplo: la pérdida de una forma de vida, un viaje anhelado, un trabajo, una rutina, un sueldo estable, una conexión humana o la forma en que alguna vez fueron las cosas, todo puede provocar dolor.
En cierto sentido, estamos afligidos por las vidas anteriores que alguna vez tuvimos y lidiando con el hecho de que nunca más volverán a ser las mismas, entonces, estas vibraciones colectivas de nuestros vecinos próximos como la pareja, padres, hijos, amigos, las estamos sintiendo y nos afectan también y en sí el campo energético que se genera por la convivencia, por lo que cambian nuestro humor y podrían manifestarse en desencuentros, riñas, enojos e incluso el fin de algunas relaciones.
Pero debemos ser tolerantes y compasivos unos con otros, recordar que para muchos, esta es la primera vez en que se ha detenido su tiempo y están enfrentando sus emociones, esta es la primera vez que tienen que cuestionarse la vida que estaban llevando, o reconocer la importancia de la conexión humana o de la misma espiritualidad, o de la muerte que está a la vuelta de la esquina, todos tenemos una reacción diferente, ahora estamos expuestos a emociones vulnerables que están saliendo a flote.
Sin embargo, todo en este mundo material termina y que siempre hay una luz al final del túnel, que cada dificultad que enfrentamos nos guía a desbloquear un nuevo fragmento de lo que realmente somos, nos da acceso a una nueva parte de nuestra alma, y propósito último y para lo que hemos sido puestos en este planeta. Todo lo que necesitamos hacer es mirar hacia atrás a la historia de nuestras propias vidas o la historia del mundo para ver que siempre lo hemos logrado, siempre hemos encontrado la solución.
En resumen, este es un gran momento de despertar, a lo real y cualquiera que haya pasado por algún tipo de despertar o toma de conciencia, sabe que no todo es color de rosas de soles y arco iris, puede ser doloroso porque te obliga a tirar las capas y descubrir una nueva verdad al verte a ti mismo, de aquellos demonios ocultos en el armario, pues no eres un angelito, pero no tengas miedo de comenzar y crear espacios para liberar y soltar cosas que ya no estarán presentes en esta nueva realidad que se está formando, no tengas miedo de solidarizarte con tus semejantes y ayudarlos como dar alimentos, ropa o dinero, aun mejor guiarles por una vida espiritual, de meditación, respiración, etc.
Entonces, tenemos que adaptarnos al cambio continuo, que es una característica nuestra y de este mundo, pues no podemos dejar de vivir o cerrar los ojos ahora debe nacer una forma diferente de ser, percibir y amar, pero esta construcción tomará más tiempo no es de la noche a la mañana, pero seguro valdrá la pena porque será un mundo mejor para todos, un mundo que es más hermoso, más conectado, más próspero y más equilibrado que antes, porque nacerá de las profundidades más espirituales del hombre.
Navita