Los Vedas son las antiquísimas Escrituras de la India. La palabra “veda” literalmente quiere decir “conclusión final de todos los temas, tanto ordinarios como extraordinarios, del mundo trascendental relacionados con el mundo material”.
Los Vedas fueron compilados hace millares de años por santos
autorrealizados cuyos corazones se estaban derritiendo de compasión por las almas que sufren en este mundo. Ellos estaban bendecidos con una comprensión pura de la Verdad Absoluta y de la meta máxima de la vida
Srila Prabhupäda escribió: “El principio básico de la condición viviente es que tenemos la propensión de amar a alguien. Ninguno puede vivir sin amar. Dicha propensión está presente en todo ser vivo. Incluso un animal como el tigre la tiene, por lo menos en estado
latente, y sin duda está presente en los seres humanos. Sin embargo, el secreto es saber dónde depositar nuestro amor de tal manera que todos puedan volverse felices.
Actualmente, la sociedad humana enseña a la persona a amar a su país, a su familia o a su propio ser, pero no hay información acerca de adónde depositar la propensión
amorosa de manera que todos puedan ser felices. “En la etapa inicial de la vida, el niño ama a sus padres, luego a sus hermanos y hermanas y, a medida que pasan los años y crece,
comienza a amar a sus familiares, a sus amigos, a su comunidad, a su nación e incluso a toda la sociedad humana. Pero aun amando a toda la humanidad, esa propensión amorosa no se satisface; permanece insatisfecha hasta que sabemos quién es el amado supremo.
Esa propensión se expande al igual que un haz de luz o una ráfaga de aire, pero desconocemos dónde termina.”
Srila Prabhupäda continúa explicando el problema que afrontamos: no saber cómo amar. Él explica la ciencia de amar perfectamente a cada ser viviente mediante el proceso de amar al Ser Supremo, conocido en los Vedas como Krishna: “Hemos fracasado en lo referente a instaurar paz y armonía en la sociedad humana, incluso mediante intentos colosales como
las Naciones Unidas, porque desconocemos el método correcto. El método es muy simple. “Si aprendemos a amar a Krishna, entonces es muy fácil amar, inmediata y simultáneamente, a todos los seres vivientes. El método de verter agua en la raíz de un árbol o suministrar alimentos al estómago es no solo científico universalmente, sino práctico, tal como cada uno de nosotros lo ha experimentado. Todos saben
muy bien que cuando comemos algo, o, en otras palabras, cuando ponemos comida en el estómago, la energía creada por dicha acción se distribuye inmediatamente por todo el cuerpo.
Del mismo modo, cuando vertemos agua en la raíz, la energía que ello produce se difunde inmediatamente por el tronco, las ramas y el follaje de hasta el árbol de mayor envergadura. No es posible regar el árbol parte por parte y tampoco es posible alimentar independientemente las diferentes partes del cuerpo”.
Srila Prabhupäda prosigue: “La causa principal de nuestra
insatisfacción es que, a pesar de los enormes avances en la forma
materialista de vivir, nuestra propensión amorosa latente no ha sido
complacida. Estamos regando todas las partes del árbol, menos la raíz del mismo. Tratamos de mantener nuestros cuerpos en buenas condiciones por todos los medios posibles, pero estamos pasando por alto suministrar alimentos al estómago.
“Eludir al Ser Supremo también significa eludir al propio ser, al yo. La realización personal y percibir de un modo tangible al Alma Suprema, conocido como Krishna, el supremamente atractivo manantial del amor, son vivencias que ocurren de modo simultáneo.
Por ejemplo, el verse a uno mismo por la mañana significa también ver la luz del sol. Sin ver la luz del sol, ninguno puede verse a sí mismo. Los vínculos del alma, establecidos en relación con el Alma Suprema, son vínculos reales. Las relaciones corporales producen
cautiverio material, pero la relación del alma causa la libertad. Esta relación de un alma con otra puede establecerse a través de la relación con la Superalma. En la oscuridad no es posible ver. Sin embargo, ver la luz del sol significa ver el sol y todo lo que no se podía ver en la oscuridad.”
Fuente: ” El camino del Amor” por Srila Narayan Goswami Maharaja