Retornar a nuestras raíces, a la esencia de la que estamos hechos y para la cual estamos creados, es el Amor y aunque esta palabra es muy trillada, es la única que me permite expresar en el lenguaje coloquial, aquel sentimiento sublime e incondicional del alma, que es el Amor divino. y que ahora es el tiempo exacto para emprendernos en este viaje.
Lo que quiero decir no es realmente algo nuevo, tampoco un dicho o un slogan de mercado sino que viene del conocimiento trascendental de las escrituras sagradas manifiestas dentro de este Universo material que se llaman Los Vedas. Probablemente te suene más si te digo que es de donde proviene todos los tipos de yogas que actualmente se conocen como practicas de respiración y posturas o de donde también provienen aquellos conceptos de “conciencia”, “universo” “ayurveda”, pues ahí los sabios, sadhus, rishis, yoguis, que han experimentado y se han relacionado con Dios en Amor divino, ellos en su infinita bondad, misericordia, han escrito revelando esa característica que somos, y a la que todos debemos dirigirnos como objetivo final de la vida humana: el enamoramiento de Dios, porque somos parte y porción de Él, así como las partículas de luz que provienen del sol o las chispas del fuego.
¿ Porqué nos han comunicado esto? Para que todos lo podamos experimentar!, porque cada uno de nosotros tiene la capacidad de hacerlo! Ellos han revelado también la receta, el método para alcanzarlo: siéntate así, respira asa, canta este mantra, este es el significado, levántate temprano, no comas carne, no te intoxiques, lleva esta disciplina, no critiques, no juzgues, etcétera. Porque para todo hay un proceso así como para hacer pan, no es nomas ponerle la harina y agua y vamos al horno! si haces como quieras o como se te ocurra no obtendrás pan sino otra cosa. Entonces el conocimiento debe ser autorizado, proveniente de una fuente fidedigna pero todo ya experimentado, sino no hay pan!
Ahora todos nos hemos dado cuenta que lo material no da felicidad ni mucho menos satisfacción, que los conceptos y metas tecnológicas, económicas pueden caerse, pueden desaparecer de la noche a la mañana, que estos no sanan, que no te devuelven a tu centro, en fin el paradigma material no es para vivir, pues nos dejan anhelando por otra cosa más orgánica, natural y que dé felicidad, estamos con sed, estamos buscando, aprendiendo que la meditación es mirar hacia dentro y limpiar la conciencia, librarnos del ego falso, librarnos de los apegos, fluir con la vida, entender que algo supremo a nosotros existe, que hay Dios, que el no ha muerto, que está más vivo que nunca, porque Él esta en nosotros, o como me gusta entender a mi, Ella mi Diosa está conmigo, que solo El estaba esperando que tu le mires y cuando lo hagas paso a paso, un poco cada día, sentirás el amor divino del cual los sabios nos han hablado, mismo Jesús vino a decirnos esto y todos los Maestros Espirituales.
” you may say i am a dreamer but i am not the only one” Tal vez digan que soy una soñadora pero no soy la única, porque el nuevo paradigma es vivir desde el amor, desde quien soy yo en verdad “un ser espiritual de amor eterno, bienaventurado y lleno de felicidad ” y trabajar en ese campo, llenarme de mi misma para llenarme de El, de crear mi vida como una ofrenda a ese amor y entregar al mundo, de respetar al otro en el proceso que esté y el que haya elegido para encontrarse con Dios, el nuevo paradigma es ser más humano, en conciencia de Dios, y Dios es amor y amor es Dios entonces es conciencia de amar, servir, amar al otro, entender al otro y perdonar. Soy la única? No! creo que hay millones que piensan así y esto dará a luz al nuevo mundo.
¿ Qué tal si hacemos borrón y cuenta nueva desde hoy? Hoy eres una nueva persona que vive para amar y para servir, que todo lo que haya ocurrido antes no existe, lo liberas y lo perdonas. Ahora tu vida tiene este sentido del amor y te invito a cantar y recitar este mantra que te ayudará a despertar el amor divino que habita en tí:
Hare Krishna Hare krishna
krishna krishna Hare Hare
Hare Rama Hare Rama
Rama Rama Hare Hare
Navita
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